8.-Cinemática
y dinámica relativista.
8.8.-La cantidad de movimiento
y la energía.
Para ir cerrando esta introducción a la teoría de la relatividad
restringida de Einstein, podemos ver cómo se observan los valores
de la cantidad de movimiento y de la energía en diferentes sistemas
de referencia. Debe recordarse que hemos definido la cantidad de movimiento
de forma que se conserve en una transformación de Lorentz, pero
aún no hemos escrito la forma concreta de esta transformación
de Lorentz aplicada a la cantidad de movimiento y a la energía.
A partir de
la ecuación [25]
podemos poner:
y análogamente para las otras componentes, con lo cual:
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[30]
|
En la ecuación [29]
escribimos el valor dado por [20]:
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[31]
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En estas cuatro ecuaciones dadas por [30] y [31] vemos que
px
depende de M, τ
y x. Como M y τ
son invariantes en cualquier sistema inercial,
px
variará como lo haga x. Lo mismo podemos decir para
py,
pz
y E/c2, con lo cual bastará
con recopiar las ecuaciones de transformación
de Lorentz [16] y [17], sustituyendo (x, y, z, t) por (px,
py, pz,
E/c2), con lo que resultará:
Aún podemos ver algún resultado interesante a partir de
[30] y [31]:
, y para todas
las componentes:
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[34]
|
La ecuación [34] así deducida es otra manera de llegar
a establecer la relación entre la masa y la energía
vista
antes, ya que dimensionalmente se aprecia que M(v)=E/c2.
Ya sabemos pues que una partícula en reposo tiene asociada una
cantidad respetable de energía, y que cuando se mueve la va aumentando,
así como su masa, tendiendo a infinito cuando su velocidad tiende
a c. Debido a todo ello, consideramos que c es un límite
inalcanzable para los fenómenos físicos...
Pero suele olvidarse -perdidos en la jungla de la física relativista-
que la propagación de la luz es también un fenómeno
físico, pero que sin embargo sí que ha podido alcanzar
ese límite que es inalcanzable para los otros fenómenos.
No cabe duda de que algo especial debe estar sucediendo con la luz. Veámoslo.
Puede verse en el Anexo IV cómo se demuestra
la fórmula siguiente:
Expresión ésta que nos relaciona la energía con
el momento de una manera diferente a la [34], pero que es extremadamente
reveladora de lo que sucede en dos situaciones especiales.
La primera situación ya la conocemos. Un cuerpo en reposo tiene
una cantidad de movimiento p nula, y la expresión [35] queda
como E2=M2c4,
o lo que es lo mismo, E=Mc2,
relación que ya habíamos deducido
por otros caminos.
La segunda situación es imposible desde el punto de vista clásico,
pero la relatividad tiene muchas imposibilidades superadas. En la expresión
[35] supongamos que el segundo sumando es nulo, o sea, hablemos de una
partícula sin masa pero con energía. Ésta valdrá
E2=p2c2,
o simplemente E=pc.
Si sustituimos en la expresión
[34] quedará que:
; esto es, si
aceptamos que pueda haber una partícula sin masa pero con energía,
sólo puede moverse a la velocidad de la luz, y como la luz es el
único fenómeno que puede alcanzar esa velocidad, concluimos
que la luz está formada por partículas sin masa.
La comprobación experimental de la existencia de los fotones
-así se llaman esas partículas componentes de la luz- está
perfectamente fundamentada, y lo que es más, se ha comprobado también
que los fotones no son las únicas partículas que se mueven
a la velocidad de la luz, pues en muchas reacciones nucleares se desprenden
partículas con masa en reposo cero.