2.-El comportamiento de
una cuerda de escalada 2.2.-Una cuerda
concreta
2.2.5.-Una cuerda más
cómoda
A la vista de la enorme tensión de frenado producida por el
acero, podemos irnos al otro extremo y pensar que una cuerda de
caucho, con un módulo de Young de 0.001 GN/m2, será más cómoda en el caso de
una caída. Estimemos la tensión de frenado, suponiendo un
diámetro de 11 mm como en nuestra cuerda inicial. A
partir de la
ecuación (8):
No cabe duda que esta cuerda es mucho más amable con el
escalador que las dos estudiadas antes. Pero esta baja tensión
de frenado tendrá un precio inaceptable: el alargamiento será
enorme. Calculémoslo, como se propone en el Savirón, pág.
46, suponiendo una longitud de cuerda de 20 m. De la
expresión (6) podemos despejar fácilmente el
L buscado:
¡Parece evidente que este alargamiento es inaceptable por
completo!
Hagamos los mismos cálculos para la cuerda de escalada
inicial y para la de acero, dando luego los resultados en forma
de tabla para su mejor comparación.
Para la cuerda inicial:
Para la cuerda de acero:
En resumen:
Material
Diámetro
(mm)
Tensión de
frenado (Kp)
L para L=20 m
Perlón?
11
1050
7.20
Acero
5.4
12240
0.53
Caucho
11
177
366
Cada vez está más claro el dilema de un fabricante de
cuerdas de escalada: tiene que conseguir una cuerda con la
elasticidad necesaria para no producir una tensión de frenado
excesiva, pero además el alargamiento no puede sobrepasar unos
límites razonables.