5.-La crisis
de la Física clásica: el experimento de Michelson-Morley.
5.2.-El experimento de
Michelson-Morley.
Sin embargo, la situación anterior no
podía prolongarse mucho, y, efectivamente, en 1887 los científicos
norteamericanos Michelson y Morley diseñaron un experimento para
detectar la presencia del éter.
Desde un punto de vista terrestre, el éter se mueve respecto
a nuestro planeta, ya que éste gira sobre sí mismo, gira
alrededor del Sol, y es arrastrado junto con todo el Sistema Solar siguiendo
la trayectoria de su estrella central. Ambos científicos razonaron
que la velocidad de la luz c variaría cuando se la midiese en diferentes
direcciones respecto al éter, ya que debería cumplirse según
la ley de composición galileana de velocidades [5]
que
El diseño experimental dividía un haz de rayos luminosos
paralelos en dos partes, que incidían en una misma pantalla después
de recorrer caminos de la misma longitud pero en diferentes direcciones,
uno de ellos paralelo a la corriente del supuesto éter, y el otro
perpendicular a la misma. Cuando el éter modificase de forma diferente
el tiempo necesario para que ambos haces llegasen al final de su recorrido,
en la pantalla se detectarían las franjas de interferencia de esos
dos haces, ahora ya diferentes por la influencia del éter.
El experimento, diseñado para obtener unos resultados apreciables
por encima del error posible, ¡no detectó absolutamente
ningún efecto del éter sobre la velocidad de la luz!.
Se repitió el experimento varias veces, variando el emplazamiento
y la época del año para que el "viento del éter" tuviese
diferentes direcciones, y siguió sin apreciarse ninguna variación
de c dentro del error experimental, es decir, la ecuación
[12] no se cumplía. (Actualmente se acepta que la velocidad de la
luz no varía en una dirección u otra, dentro de un margen
de error de 10 m/s, insignificante respecto al valor de c=300.000
km/s)