Tigre,
tigre, que te enciendes en luz
por los
bosques nocturnos
¿qué mano
inmortal, qué ojo
se atrevió
a idear tu terrible simetría?
¿En qué
profundidades lejanas, en qué
cielos
ardió el
fuego de tus ojos?
¿Con qué
alas osó elevarse?
¿Qué
mano osó tomar ese fuego?
¿Y qué
hombro, y qué arte
pudo
tejer la nervadura de tu corazón?
Y al
comenzar los latidos de tu
corazón,
¿qué
mano terrible? ¿Qué terribles
pies?
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¿Qué
martillo? ¿Qué cadena?
¿En qué
horno se fraguó tu cerebro?
¿En qué
yunque? ¿Qué tremendas garras
se
atrevieron sus terrores mortales
dominar?
Cuando
las estrellas alanzaron sus lanzas
y
bañaron los cielos con sus
lágrimas
¿sonrió
al ver su resultado?
¿Quien
hizo al cordero fue quien te hizo?
Tigre,
tigre, que te enciendes en luz
por los
bosques nocturnos
¿qué
mano inmortal, qué ojo
se
atrevió a idear tu terrible
simetría?
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