Un problema que nos encontramos en la red es que cada usuario tendrá definida de forma diferente su tabla de caracteres ASCII con la que presenta el texto en la pantalla. Los 128 primeros son comunes a todas las tablas, pero el resto (hasta 256) difieren de una tabla a otra, quedando al criterio de cada usuario cuál tabla utiliza, en función normalmente de las particularidades del alfabeto de su idioma.
Si la tabla de caracteres que se usa para ver el ejemplo concreto anterior no contiene, por ejemplo, los acentos, el resultado en la pantalla puede ser bastante incómodo de leer. El HTML hace una conversión de esos caracteres "altos" de la tabla bastante poco legible.
La solución más directa sería escribir los caracteres altos en el código general que HTML tiene definido para ellos. Por ejemplo, la vocal "í" con acento se debería escribir "í" o bien su alias, un poco más fácil de recordar, "í" (en ambos casos sin las comillas). De esta manera, sea cual sea la tabla de caracteres que el navegador tenga definida, el HTML presentará correctamente la "í" en la pantalla.
Podemos ver un listado que relaciona esos caracteres ASCII con su correspondientes códigos HTML aquí.
No cabe duda que saberse y escribir directamente esos códigos no es nada cómodo, por lo que debemos encontrar otra solución.
Una de ellas es usar un editor que haga la conversión directamente, o escribir en nuestro procesador habitual una macro que haga las búsquedas y sustituciones adecuadas.
Pero quizás lo más sencillo es, una vez acabada nuestra página, llamarla desde nuestro navegador, pedirle que la edite (no sólo que la presente en la pantalla) y realizarle un pequeño cambio (por ejemplo, añadir una línea en blanco al final) para forzarle a repasar el código fuente. A continuación se graba el documento, y nos encontraremos que el navegador se habrá encargado de hacer automáticamente la conversión de los caracteres altos a código HTML estándar.
Tampoco puede olvidarse la posibilidad de usar algún programa convertidor de texto ASCII a texto HTML. En general, podemos encontrar convertidores que pasan un texto en formato RTF a formato HTML, escribiendo un código fuente que luego se modificará para ajustarlo mejor a nuestros deseos. Un programa de ese estilo que funciona bien y de forma sencilla puede encontrarse en http://www.sunpack.com/RTF/. Lo usaremos sobre todo cuando queramos convertir a código HTML un texto ya escrito previamente con nuestro procesador: lo grabamos con formato RTF, lo convertimos con el programa anterior a código HTML y le damos los imprescindibles retoques.