Un
cable en órbita
"¡¡Quiero que se construya un ascensor orbital!!"
(Johansolo, habitualmente)
Pues manos a la obra...
1ª Parte: Cálculo de
la longitud del cable
Queremos poner en órbita un cable,en principio
de sección cilíndrica S, de forma que se autosoporte gracias
a la rotación de la Tierra. Se colocará pues anclado en el
ecuador y no podrá ser ni demasiado corto (su peso lo haría
caer) ni demasiado largo (ya que sería arrancado). Intentamos aquí
calcular su longitud correcta.
A una distancia del centro de la Tierra que podemos llamar
r (por encima de la superficie terrestre, naturalmente) tomemos
un elemento pequeño de dicho cable, de longitud infinitesimal dr.
Desde el punto de vista no inercial de D’Alembert, si consideramos la fuerza
ficticia de inercia (centrífuga) dicho elemento de cable se encuentra
en equilibrio dinámico.
Las fuerzas infinitesimales que actúan sobre ese
elemento de cable son tres: la gravitatoria, la centrífuga y la
debida a la tensión del cable. Tenemos que sus expresiones son:
A)Fuerza gravitatoria:
(en donde G es la constante de gravitación
universal, M es la masa de la Tierra,
es la densidad del cable, S su sección, dr su longitud
y r la distancia al centro de la Tierra)
B)Fuerza centrífuga:
(en donde es
la velocidad angular de rotación de la Tierra sobre su eje)
C)Fuerza debida a la tensión del cable:
(en donde T es la tensión del cable en Pascales)
Si la suma de las tres fuerzas ha de valer cero pondremos
que
Simplificando la sección y despejando la tensión:
Expresión que puede integrarse fácilmente:
Para determinar la constante de integración C impondremos
la condición de que queremos que el cable se sostenga solo, así
que en su extremo superior no debería haber tensión alguna
(no tendríamos donde sujetarlo...)
Es decir, si r = L, T=0, lo que sustituido
en la ecuación anterior resulta
y puesto en la expresión de la tensión
Esta [ec. 1] nos proporciona la expresión de la
tensión del cable en función de la distancia al centro de
la Tierra.
Pero además nos permite calcular la longitud L
del cable sin más que imponer la condición de que para r=R
(R=radio terrestre) deseamos que la tensión del cable sea
nula (fácil sujeción...). Sustituyendo en la [ec. 1] tenemos
que
y si ponemos valores numéricos de las constantes implicadas obtenemos
una ecuación en L (simplificando la densidad)
Esta es una ecuación de tercer grado en L, que
pueden resolverse por ejemplo con el Derive o cualquier otro paquete matemático.
Utilizando el Derive se obtiene el siguiente resultado:
La primera solución es trivial, la segunda es la
buena, la tercera es como la segunda pero simétrica con el centro
de la Tierra, y las dos últimas no dicen nada claro. Así
pues, la longitud de nuestro cable orbital es la segunda solución
restándole el valor del radio terrestre
2ª parte: Estudio de la tensión
del cable
Una vez sabida la longitud del cable deseado, podemos
sustituir su valor en la [ec. 1] y ver cómo varía la tensión
a lo largo del cable. Para poder hacer los cálculos supondremos
que el material es acero común, de una densidad aproximada de :
Podemos representar esta función con el Derive
o con cualquier otro paquete matemático, y obtenemos la
función de la gráfica adjunta.
Obsérvese que el intervalo que tiene sentido varía
desde R (radio de la Tierra) hasta
L (valor obtenido antes)
Obsérvese también que esta gráfica
variará de forma proporcional a la densidad del material empleado.
Podemos plantearnos calcular dónde estará
sometido el cable a la tensión máxima y cuánto valdrá
ésta.
Para calcularlo derivamos la [ec.1] e igualamos esa derivada
a cero:
y sustituyendo los valores númericos obtenemos el valor de 42250474
m, unos 42250 Km. Este valor corresponde a la órbita geosincrónica
de los satélites artificiales, y en él se verifica que la
fuerza gravitatoria es compensada por la gravitatoria. Por debajo de ese
punto, la gravedad gana, y por encima de él lo hace la fuerza centrífuga
(siempre en el sistema de referencia no inercial ligado al cable)
Debe tenerse en cuenta que esa distancia es independiente
de la densidad del material, pero no así la tensión máxima.
Para el ejemplo que hemos hecho del acero esa tensión máxima
valdría
Si se considera que el acero tiene una carga de ruptura
aproximada de
resulta que estamos por debajo de las necesidades estructurales en un factor
de 1000... ¡no cabe duda de que se necesita otro material mejor!
Por un lado, menos denso, y por otro lado, con una carga de ruptura muy
superior...
No sería éste el único problema pendiente.
El peso de ese cable, su volumen, su sección (no tiene porqué
ser cilíndrica, ni uniforme... ) son otras cosas a mirar con detalle...